Con ocasión de la transferencia en 1995 de 111 parroquias de la Diócesis de Lérida a la de Barbastro, fue establecido que también se traspasaran las obras de arte de estas parroquias, depositadas en el Museo Diocesano de Lérida. El decreto del Nuncio Apostólico, fue recurrido por la administración de la Diócesis de Lérida ante la curia romana, incluso después de que un juez especial nombrado para el caso sentenciara la improrrogabilidad de tal traspaso. La insistente demanda de su ejecución y las reticencias para la entrega, han motivado un amplio debate social, que involucra a eclesiásticos, políticos, y diversos sectores sociales
Fue publicado formando parte de la colaboración "Las mejores piezas", en el monográfico especial dedicado a los bienes artísticos depositados en el Museo Diocesano de Lérida, adjunto al "Heraldo de Zaragoza", el 23, abril, 2006.
Publicado en Diario del Altoaragón, el 16 de septiembre de 2015